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* La caja chica de Amlo para 2021 * Coahuila e Hidalgo, tan diferentes como coincidentes * Silvano, ya hizo lo que pudo

Por Martha Elba Torres
Con los 68 mil millones de pesos de los extintos fideicomisos y los 33 mil mdp más que infamemente le rasuró la 4T al Fondo de Gastos Catastróficos -la iniciativa de Iván Pérez Negrón-, ¿para qué puede querer el presidente López Obrador en el cajón, más de 100 mil mdp y usarlos en lo que considere conveniente en el 2021?

Programas sociales, sus obras insignia y la atención al Covid ya están en gasto programable; bueno, una parte de las vacunas supuestamente ya se garantizó con el pago por adelantado. Pero además, ya tiene previsto la contratación de deuda por 800 mil mdp para lo que más se ocupe.

En otras palabras, el problema del Presidente en el 2021 no será financiero, sino garantizar la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y ganar las 15 gubernaturas. Confirma el viejo adagio del priísmo hegemónico: lo que se resuelve con dinero, resulta barato.

Ajusta también lo que dice Danilo Arbilla, de la Sociedad Interamericana de Prensa, en su artículo “Dictador a la vista”:
“Para el dictador lo primero es acallar la prensa y manipular la información que recibe el ciudadano. Es en ese ámbito que hacen lo que quieren: persiguen, meten en la cárcel o expulsan a opositores y disidentes, reprimen, torturan, matan, roban a manos llenas, se enriquecen sin límites y todo tapado, sin denuncias perturbadoras y por supuesto, por el mejor ´interés del pueblo´».

A los resultados de las elecciones en Coahuila e Hidalgo se les ha dado un montón de lecturas. Para mi la más clara es la más sencilla: el timo mayúsculo que resultó la 4T, que no es lo que se esperaba y menos lo que se prometió.

Coahuila e Hidalgo son estados muy diferentes; el primero, fronterizo, próspero; en 2018, López Obrador obtuvo 609 mil votos y el senador Armando Guadiana, 493 mil; Verónica Martínez, del PRI, obtuvo 442 mil sufragios. El segundo estado, con más de la mitad de su población en pobreza, concedió 606 mil votos al entonces candidato presidencial de Morena y los dos escaños del Senado, es decir, para Julio Menchaca y Angélica García Arrieta.

Con esa votación tan alta y tan cerca, qué se imaginaba el Presidente y menos la altanera cúpula morenista, que iban a perder tan feo. Por eso, cuentan que al conocer los resultados, Amlo se enojó tanto que casi llaman a su doctor. Y entonces, su cuarto de guerra política, le lleva el sinfín de excusas sobre las derrotas.

¿Quién se iba a atrever a decirle la verdad y que muchas y muchos pensamos? Es el voto de castigo a tanta chingada pendejada que hace y a un partido que no es partido, sino un montón de camarillas de analfabetas políticos que creyeron que seguirían disponiendo de la militancia como mascotas a las que solo hay que darles de tragar para que estén contentas. Y lo escribo particularmente por el caso de Hidalgo.

Entonces, esa caja chica en el cajón presidencial tiene un propósito y muy grande. Por eso la defensa, como perros por el hueso y con vallas de granaderos, de la extinción de los fondos y fideicomisos.

Puedo suponer que del cajón saque algo callabocas, para los “auténticos” niños con cáncer, actores y actrices, científicos, académicos, deportistas, defensores de derechos humanos, periodistas, artesanos, víctimas de delitos y de desastres naturales. Ya imagino el proceso de selección, que sea por tandas y con tarjetas para el Bienestar.

Porque hay muchas maneras de cooptar el voto, no solo con despensas y los 500 o mil pesos el día de la votación. Lo vergonzoso, y que nos da una idea del México en tiempos de la 4T, es que en Hidalgo se promoviera el sufragio a favor de Morena con bolsas de productos perecederos. Sí, limones, papas y zanahorias. Ta´cañón…

***

Así que mientras López Obrador tiene para hacer ganar a Morena a como dé lugar en el 2021, ese año, poco menos de la mitad de los gobernadores del país se van, y solo dejarán deudas y problemas a sus sucesores, sean del partido que sea. El margen de operación de los mandatarios salientes será nulo por los recortes presupuestales y una pandemia que quién sabe cuándo cederá.

Mi mal consejo, es que ya mejor nadan de muertito. Y lo escribo por el michoacano Silvano Aureoles, quien -me cae- ha hecho más de lo que esperaba. Que le gusta cantar, bailar, es ranchero, pues; pero en los momentos en que más lo necesitó el estado, respondió como nadie contra la pandemia. Sus detractores podrán vociferar lo que quiera, pero hay atención a la salud y la mayor proeza fue terminar y equipar los nuevos hospitales Civil e Infantil, que son una chulada.

En el tema educativo, que hizo temblar a los gobernadores de los últimos 20 años, Aureoles logró lo que ninguno: endosarle la factura de la nómina magisterial estatal a la Federación y que sea ésta ya la que resuelva todos los conflictos. Hace bien en resistir a la presión de las ferroviarias por el bloqueo normalista porque es responsabilidad del gobierno lopezobradorista, resolverlo.

En seguridad, la coordinación con las fuerzas armadas ha sido fundamental. Que repuntaron los homicidios. ¿Digan dónde no? En dos años, 65 mil homicidios dolosos no son más que el resultado del desastre federal en materia.

Con los recortes a las partidas presupuestales, Michoacán dejará de recibir 4,500 millones de pesos y se extinguen los fondos para seguridad. Curiosamente ningún alcalde de la 4T se queja, ni siquiera Raúl Morón, de Morelia ni Víctor Báez, de Pátzcuaro y ambos quieren ser gobernador.

Así que la tablita para medio flotar de los mandatarios salientes, es la autorización a los gobiernos estatales de, en caso de desastres naturales o emergencias sanitarias como el Covid-19, reestructurar deuda a corto plazo si la caída del PIB es superior a 5 por ciento y sin necesidad de pasar por el Congreso local.

Pero esto, desde luego, no resolverá los problemas financieros de los estados y menos de los municipios porque habrá menos participaciones federales y menor recaudación; los rebrotes de Covid es segurísimo y eso, como en Europa ya, obligará regresar al confinamiento y paralizar nuevamente la economía.

Por donde se le vea, no hay salida. La única tabla que nos puede salvar, es derribar el muro en San Lázaro…

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LA COMIDILLA
Que la no primera dama de México, Beatriz Gutiérrez Müller, fue a Austria a reclamar un penacho que ni siquiera usó el emperador mexica Moctezuma. ¿Pues no que es doctora en historia de la conquista de la Nueva España? ¿Qué no se puso a investigar el estado del arte en cuanto a esa pieza que se resguarda en el Weltmuseum de Viena? Y eso que es investigadora “A” del Conacyt. Entendible, entonces, de dónde salió toda esa historia negra de los fideicomisos para la investigación y ciencia.

No se porqué tengo esa mala idea de que Amlo piense en ella para el 2024. Ya sucedió con Vicente Fox y Martita…

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